
Hace un tiempo a uno de mis amigos se le dió por darle bola a una de esas propagandas que te incitan a mandar una palabrita a un numero por sms para recibir algo.
Hace tiempo que me preguntaba si ese negocio rendía. Quién podría ser tan salame para mandar un sms para recibir el horóscopo, fotitos hot o cosas así.
Las fantasías de Luciana Salazar
Mi amigo, en un rapto de curiosidad (supongo), mandó un sms para que le manden las fantasías de Luciana Salazar. Un pajero jaja!
Y le comenzaron a llegar unos mensajes cortitos con supuestas fantasías de Luciana, como:

- "Cuando compro ropa, fantaseo con hacer el amor con el vendedor en el probador",
y demás relatos cortitos y atrevidos por el estilo.
Todos los días se despertaba con una fantasía nueva. Pero había algunas cosas que no le gustaban:
- No lo calentaban como esperaba :)
- En ningún mensaje había referencias a Luciana Salazar, no había firma ni nada. Podían ser de Luciana Salazar o de Doña Rosa, porque eran genéricos y sin nombre. Eso lo calentaba menos.
- A los tres días empezaron a repetirse los mismos mensajes una y otra vez. En total había contado unas 3 ó 4 fantasías distintas. Tan pocas fantasías tenía Luciana? Y si tenía tan pocas, no debería haberlo pensado antes de promocionar un servicio de distribución de fantasías? :)



La factura del celular
Creo que era de esperarse que todos esos mensajes iban a abultar la factura, pero cuando normalmente pagaba 50 pesos, ese mes le vinieron como 150! Se quería matar! Por fín las fantasías de Luciana Salazar lo calentaban :)
Le costó dos días comunicarse con la empresa y que le explicaran como darse de baja, hasta que los mensajes dejaron de llegar.
De todos modos, cada tanto le llegan propagandas para que responda y se anote en alguna otra pavada como esa. Evidentemente su número quedo registrado en la lista de idiotas y, cada tanto, tratan de pescarlo de nuevo.
Aparentemente, como estos servicios no están regulados, estas empresas hacen lo que quieren, con la complicidad de las empresas telefónicas que ganan su tajada con cada sms enviado. Y así se provechan de la inocencia o estupidez de los usuarios.
En definitiva: una estafa disfrazada de servicio
Diego Arregui
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